Si amigos, quizás ya estemos viviendo los tiempos en que las más de 32 civilizaciones extraterrestres que han visitado nuestro mundo (o algunas de ellas) hagan algún movimiento para hacerse conocer a nivel global. Según rumores ... ya hace unos años a esta parte que se esta produciendo una "guerra fría" entre , al menos, tres de estas civilizaciones y estamos llegando al clímax: calentamiento global, cambio climático ¿os suenan estos conceptos? ... pero bueno, viajemos en el tiempo y en el espacio y visitemos un caso más amable en tiempos de cuando los hombres eran un poco más inocentes de corazón y mente. Un caso ocurrido y documentado el 22 de febrero de 1803, cuando varios pescadores japoneses de la provincia de Hitachi encontraron a la deriva un extraño objeto con forma de nave extraterrestre que decidieron explorar por curiosidad. Por ello, la sacaron a la orilla y comenzaron a subir a bordo de ella. Las dimensiones de este objeto tenia cerca de 330 cm de alto y 540 cm de ancho, según registros de los pescadores de Kohaku. La parte superior estaba hecha de un material similar al palo de rosa y laca roja, mientras que la parte inferior estaba cubierta con un especie de plato de cobre, aparentemente para protegerlo de los arrecifes afilados. En la parte superior del objeto había varias ventanas de vidrio o de algunos cristales que se recubrían con algo así como una resina de árbol. Por otro lado, las ventanas eran lo suficientemente transparentes para que los pescadores pudieran mirar dentro. La parte interior estaba decorada con inscripciones en una lengua desconocida. Los pescadores decidieron entrar en la cabina y encontraron allí dos sábanas, y una botella de agua (aproximadamente de 3,6 litros) , un par de especies de tortas y pastas de carne. Sin embargo, lo más impactante era la hermosa mujer de entre 18 y 20 años, que los miro con una sonrisa. La muchacha tenía pelo y cejas rojas. De su pelo salían artificialmente algunos hilos blancos. Llevaba ropa de un material muy hermoso que los pescadores jamás habían visto antes. La chica sonrió amistosamente, trató de decir algo pero el idioma era desconocido. La joven estuvo todo el tiempo abrazada a una caja pequeña, la cual no permitía que nadie la tocara. Al final, los pescadores decidieron devolver el extraño objeto con forma de nave de regreso al mar, pero antes de volver a sus actividades cotidianas se encargaron de registrar el caso y dibujar a esa hermosa mujer que ninguno de los pescadores olvidó jamás. Ojala todos los encuentros con extraterrestres fueran tan agradables. ¿verdad?
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