miércoles, 22 de abril de 2015

EL CASO DE RICHARD EMBLIN

Richard Emblin, editor de ‘The City Paper’, el único periódico escrito en inglés con distribución en Bogotá, vio desde su casa, en el sector de Rosales (oriente de la capital), un objeto volador no identificado que de inmediato llamó su atención. Se trata de una figura borrosa en forma de ocho (8) que se movía por el cielo capitalino, según el relato del reportero gráfico y periodista Emblin, quien ha publicado trabajos en prestigiosos medios del mundo como la revista 'TIME', el periódico 'Der Spiegel' y el diario ‘The New York Times’. Emblin, a pesar de reconocer que este tipo de fotos pueden poner en riesgo su reputación, decidió publicar la imagen sin antes advertir que la ética periodística es algo que él toma muy en serio.“Yo no manipulé mi foto. El domingo, 12 de abril, salí al balcón, que da hacia el este. Era un domingo gris en la mañana. Las calles estaban vacías y lavadas por la ligera llovizna que cayó durante la noche. Cuando mire hacia arriba, vi un objeto elevándose verticalmente hacia el cielo, por detrás de la cresta de los Cerros Orientales”.Emblin, quien confiesa su frustración por no haber sido piloto comercial, dice que sabía que su avistamiento no era nada parecido a un avión. “Sé distinguir un sonido de un Airbus A 340 a un Boeing 777. He estudiado mapas de vuelo y rutas. Entiendo de estas máquinas, las admiro. No había fuselaje, no había sonido. Esto no era un avión”, dice Emblin en una nota reproducida por el periódico británico ‘Mirror’. Según el relato, Emblin tomó su celular y al intentar captar la imagen, el punto no se veía en su pantalla. Al intentar volver a verlo con sus ojos y no a través del teléfono, el objeto se había movido por encima del edificio.“Pensé que podría dirigirse hacia el aeropuerto, entonces tomé mi Nikon 300s (…) Entonces apunté el lente hacia el otro lado de Bogotá. El objeto no era uno, parecía que fuesen dos. Pude descubrir que el objeto cambió su forma. Podía subir y bajar rápidamente, y cambiar de extremo de la ciudad en cuestión de segundos”, cuenta Emblin. “El punto negro parecía tener anillos. Luego se inclinó, se desplazó hacia un lado y desapareció”, agrega Emblin quien pide a sus lectores que hagan sus propias conclusiones. “No hago esto para convencerlos. Ese no es mi objetivo. Es solo que ese domingo lluvioso en Bogotá, algo misterioso fue visto sobre Bogotá y sobre lo cuál no tengo una respuesta”, remata el fotógrafo quien aseguró que iba a contactar a las autoridades en días próximos para intentar esclarecer el hecho. Viendo la fotografía, me ha venido a la mente los misteriosos anillos negros que se han podido ver en varios países y de los que hable recientemente. Todo un misterio

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